viernes, 18 de julio de 2008

Doña Coca y el PAN

Causa ciudadana
Javier A. PEÑA GAMBOA
“Que no haya ilusos, para que no haya desilusionados”
Adolfo Christlieb Ibarrola.
Domingo 6 de julio al terminar la misa de 12 del día en la Catedral, y cuando me disponía a regresar a mi hogar, una persona me aborda y me dice que doña Coca quiere hablar conmigo. Voy a su encuentro y casi no la reconozco. Se ve enferma, decepcionada y triste, muy triste. Tiene cáncer y está luchando contra esta terrible enfermedad, y en su cuerpo y su rostro quedan las huellas de la desigual batalla.
Platico con ella y me sorprende su revelación, no está triste por estar enferma, está luchando y por ello está en misa que oficia el Sr. Obispo, ella sabe que Dios no la desilusionará, que tiene para ella lo mejor.
¿No estás triste por tu enfermedad? Le pregunto, y me contesta, claro que no. Estoy triste por la falta de sensibilidad, la soberbia y la vanidad de algunos delegados, dirigentes, diputados, regidores panistas, etc. Aquel viejo roble, mujer curtida por intensas horas de trabajo dedicado a su partido Acción Nacional, me narra su reciente historia que la llena de congoja. El cáncer me ha quitado la oportunidad de continuar ganándome la vida como costurera, tengo a mi madre que ya anda cerca de los 100 años y que está enferma, y al igual que yo necesita muchos medicamentos y cuidados. A veces no tenemos ni para comer ¿lo puedes creer?, me dice esta noble mujer que conocí cuando ingrese al PAN en 1995 y recordamos como las reuniones del partido se hacían en el patio de su casa.
Sí, estimados lectores, las reuniones del PAN se hacían en el patio de tierra de su casa. Y cómo no hacerlo en mi casa, si mi padre me enseñó a amar al PAN, si él anduvo con don Miguel Medina Maldonado cuando el PAN dio sus primeros pasos en Campeche. Por ello me duele inmensamente la actitud a mis peticiones de apoyo de los que consideré mis compañeros de lucha. A veces me indigno y les reclamo ¡Sin la lucha de mujeres y hombres pobres e ignorantes como yo, ninguno de ustedes estaría viviendo como están ahora! Nos partimos el lomo por Acción Nacional, cuando no era nada.
Me lastima que muchos de ellos que ahora gozan de grandes salarios, puestos importantes, altas remuneraciones económicas sean los que entraron después de que Vicente Fox era Presidente de la República, con la mesa servida. Me he acercado a la mayoría de ellos para pedirle ayuda para mis medicinas, pañales para mi mama, apoyo en general. Incluso me atreví a enviarle una carta a la esposa del Presidente Calderón. Pero, nada ha pasado.
Gracias al Dr. Montejo, delegado del Issste, es que no me he muerto. Es el único que me ha tendido la mano, si no quién sabe qué sería de mi y de mi familia. Las lágrimas pugnan por brotar. Doña Coca aquel viejo roble parece quebrarse. Aquella señora que muchas veces tuvo en sus votos y el de sus seguidores, cruciales decisiones del partido.
Me tocó ser regidora en 1997 porque éramos como una familia. ¿Te acuerdas? Todos nos ayudábamos entre sí. Hoy las cosas han cambiado, por más que toco puertas, éstas no se abren y si una rendija se abre el trato es indignante. Un diputado de esos que se dicen panistas, pero que ni siquiera han leído la doctrina del partido y no saben lo que es el amor al prójimo, el bien común, la misericordia, me recibió con aires de aquel que se siente dios y después de hacerme regresar varias veces, casi me tira en mi cara 300 pesos. ¿Lo puedes creer?
Don Candito, su esposo, otro viejo guerrero del PAN atestiguaba desde la banca de atrás, también está enfermo. El viejo Candito, aquél que fue mancuerna para senador de Yolanda Valladares en las elecciones de 1994. Se ve derrotado por los años y consumido también por esa inmensa tristeza de quien sabe que trabajaron por un ideal humano. Lamentan que el Partido haya perdido su rumbo, y el ansia de poder haya superado a la obligación de servir al más desprotegido, al hambriento, al que no tiene para comprar sus medicinas, al pobre. Ya no Javier, ese PAN ya no existe. Lo estoy viviendo en carne propia. Nadie a excepción del Dr. Montejo me quiere apoyar, ¿Será porque ya no sirvo para acarrearles votos? No Coca, no te martirices, así somos los humanos.
En efecto, cuando don Carlos Mouriño y yo llegamos al PAN, sólo eran un puñado de personas que luchaban por hacer cambios con lo poco que tenían. Sí, éramos como una familia por lo mismo. Pero ahora el PAN es gobierno, han entrado muchas personas que en otros tiempos hubiese sido impensable que entraran al PAN, me consta porque se les invitaba y se rehusaban siquiera a considerarlo, incluso algunos nos dejaban de hablar. Hoy son las figuras políticas que tiene el PAN, así es la vida, para bien o para mal.
Déjame ver como puedo apoyarte a través de Caballeros de Colón o con amigos que sin distingos partidistas te ayudarán. Muchos amigos no saben la crisis por la que estás pasando, en cuanto lo sepan no les importará que hayas sido panista toda tu vida para ayudarte. Si tengo que hablar con el gobernador Hurtado Valdez, hombre sensible a las tragedias humanas, lo haré.
María Santamaría Blum del Instituto de la Mujer también nos puede apoyar, el mismo don Carlos Mouriño, hombre con mucha calidad humana si se entera lo hará, y también panistas con posibilidades lo harán. No te desesperes Coca, pronto escucharás el repiqueteo de tu teléfono 8112099 con buenas noticias. Confía en Dios, querida vieja. Saldrás adelante. Hazlo sin rencores, tu lucha fue genuina. Lo que dices del PAN nadie es culpable “así es la vida”.
javierpg10@hotmail.com